Viva México Ca... hip!!!

Pues heme de vuelta... en el tan abandonado changarro.

Ya sé que mil un veces he prometido volver y siempre claudico, permítame disculparme con usted oh coqueto lector y hacerle la firme promesa de no abandonarlo, al menos no en un corto periodo de tiempo.

Como prueba de mi buena voluntad hoy escribiré un post acerca de mi festejo del 15 de septiembre. Inusual, pero efectivo.

Breve aclaración: Llevo casi un año trabajando voluntariamente en la Cruz Roja en el área de ambulancias. Fin de la breve aclaración.

Este año, y en vista de cómo nos dieron atole con el dedo manipularon las elecciones, decidí no festejar el 15 de septiembre como el resto de la amable población (entiéndase así ingiriendo descomunales cantidades de alimento irritante y alcoholizándose hasta perder la conciencia). Y en contraparte contribuir con la noble labor paramédica de la salvación de vidas en desgracia por intoxicación etílica.

He aquí una breve reseña cronológica de los eventos de esa noche:

6:00 pm - Espectacular arribo de su servilleta a la Delegación de la Cruz Roja de mi ciudad.

6:01 pm / 7:35 pm - Ocio debido a falta de actividad telefónica.

7:36 pm - Nos trasladamos de la Delegación a un punto menos conflictivo en materia de tránsito que nos permitiera agilidad de maniobra automotríz.

Inserte aquí innumerables horas de más ocio, pláticas triviales con compañeros del SUMA que eligieron el mismo punto como base, canciones deprimentes a bordo de la ambulancia, etc.

11:10 pm - Uno de mis compañeros (Oswaldo) y yo sentimos una imperiosa necesidad de visitar un sanitario después de la ingesta compulsiva de café. Así que decidimos aventurarnos al módulo de Protección Civil que se encontraba frente a nuestra base, del cuál conocemos a los habitantes.

Para llegar a nuestro destino debíamos cruzar una de las avenidas rápidas más peligrosas de la ciudad de Puebla, la recta a Cholula (si ud. querido lector es Poblano, sabrá del riesgo que eso conllevaba). Esperamos el momento de menos afluencia automovilística para correr cual delincuentes desaforados en busca de la banqueta contraria. Y lo logramos ilesos.

Fracaso!!! No había nadie en el módulo. Pero las ganas de hacer pipí NO se desvanecieron ante esa negativa... Así que emprendimos el camino de vuelta hacia la gasolinera de junto... no sin antes ser testigos de un macabro hecho.

2 años atrás, el 15 de septiembre a las 11:00 pm aprox., unos jóvenes empujaban su vocho descompuesto por ese tramo de carretera, cuando fueron embestidos por un automovilista alcoholizado a exceso de velocidad. Uno de los jóvenes fue arrastrado hasta la columna de un puente peatonal, a 100 metros de la colisión. 

Y en ese momento, en ese preciso momento!!!! Había un joven vestido de negro parado junto a esa columna sin motivo aparente. No era parada de camión, vaya! ya ni camiones había a esa hora. Sintiendo escalofríos decidimos ir al baño de la gasolinera sin comentar gran cosa al respecto.

Nos prestaron únicamente la llave del baño de hombres, así que al verme incapacitada para usar los mingitorios, tuve que pasar a un WC a hacer mis necesidades. En fin... datos innecesarios.

12:15 pm - Primera llamada!!! Un herido por pelea de bar!!! Y salimos corriendo... No encontrábamos la calle (a pesar de ser una ciudad tan pequeña, hay colonias y calles que no aparecen ni en un estúpido mapa), así que mi compañera y yo bajamos de la ambulancia para buscar la calle a pie (es una zona mayormente peatonal).

Caminamos y caminamos y caminamos (vimos a unas mujeres de la vida galante demasiado guapas para la zona) y caminamos y caminamos... en sentido contrario!!!!!!!! La calle era para el otro lado. Una vez recuperado el aliento después de correr de vuelta a la ambulancia, nos dimos cuenta que no era necesaria nuestra intervención, ya que la llamada fue hecha por unos excompañeros paramédicos que ya ayudaban a Oswaldo a atender al herido.

Una vez con curación en naríz/ceja, nos pusimos en marcha rumbo a la Delegación para que fuera atendido por el doctor. Durante nuestra corta estancia en la Delegación escuchamos la sirena de una ambulancia a la que llamaremos "rival" por no ser de nuestro agrado sus tripulantes. Cosa que nos llenó de furia, puesto que seguramente a ellos les estaban enviando los servicios interesantes.

1:10 am - Segunda llamada!!! También era un herido, pero aparentemente era algo más grave que una ceja abierta. Llegamos a la dirección y era un bar considerablemente hippie del que salieron 3 individuos aún más  hippies gritando alterados en diversos acentos del idioma español (argentino, brasileño, venezolano, etc.)

Llegamos hasta donde estaba el ente herido, era un joven israelita de unos 30 años que yacía en una silla con la pierna izquierda sobre la mesa y una puerta de vidrio dramáticamente rota atrás suyo. Sin embargo, al estar cubierta la herida con manteles, sudaderas y demás prendas textiles, era difícil saber su gravedad. Y entonces....

JESUCRISTO VENCEDOR!!! 

Era una herida digna de rebanadora de carnes frías de Wal Mart.

Oswaldo hizo lo único que podía hacer... pedirle que mordiera algo mientras le exprimía gasas con yodo sobre la herida. Le cubrimos la herida con insumos apropiados para tal fin y lo llevamos volando al hospital más cercano. Su novia lloraba, su amigo temblaba... el chiste es que a todos los hippies extranjeros se les bajó el pedo.

3:20 am - Tercera llamada!!! Otro herido por pelea... Un señor como de 60 años ahogado en alcohol, quien insistía que no necesitaba ayuda y que lo habían golpeado unos chavitos borrachos que le pidieron un cigarro. De haber encendido un cerillo frente a su boca hubiéramos conseguido un soplete instantáneo. No tenía absolutamente NADA... 

Siempre me ha impactado la facilidad con la que la gente llama una ambulancia sin saber que mientras los paramédicos atienden su innecesario llamado, pueden perder la oportunidad de salvar a alguien que realmente lo necesite. Pero bueno...

3:45 am - Llamada en falso... reportando otro herido, inexistente.

4:00 am - Llegamos a la Delegación a "dormir un rato"... sí cómo no!!!

4:15 am - Cuarta llamada!!! Otro herido por pelea!!! Así es oh coquetísimo lector... el cuarto de la noche. Llegamos al ayuntamiento, parecía que el fin del mundo había llegado a San Andrés Cholula. Un sinfín de vasos de Corona en el suelo, millones de servilletas, cajetillas de cigarro vacías, bolsas de frituras, en fin, era un completo caos.

Un chavito se encontraba sentado en una silla con las manos en la cara y baba ensangrentada escurriendo por su barbilla. Su estado etílico era tan avanzado que no podía pronunciar palabra y cada vez que se incorporaba perdía el equilibrio. Sus braquets hicieron cortadas en la parte interna de sus labios, por lo que parecía que se los habían inflado con helio (los labios, no sean puercos!!!).

5:15 am - Reporte de choque en la recta... igualmente inexistente!!! Pinche gente ociosa.

El punto es que para las 5:30 que regresamos a la Delegación, ya era necedad intentar dormir, puesto que Oswaldo tenía que trabajar a las 7:30 am. Así que decidió burlarse de mi torpe manera de llenar el papeleo de los pacientes durante cerca de hora y media... hasta que amaneció.

Y ese fue mi festejo de la Independencia de México... cuál fue el tuyo?